jueves, 26 de junio de 2008

mi docencia

En conjunto, todas mis experiencias formativas, investigadoras y docentes evidencian lo que yo percibo como el principal rasgo de mi trayectoria: el afán de vincular mi trabajo y formación a los compromisos e inquietudes con la democratización educativa y social. Una apuesta clara y decidida por la democratización, primero, de los objetivos y procesos de la toma de decisiones institucionales en la educación. Democratización también de la enseñanza para que efectivamente contribuya al establecimiento de mayores cotas de justicia social, más allá de la mera conformación de políticas de igualdad de oportunidades. Y finalmente, democratización de la propia docencia universitaria, que siempre he entendido como un compromiso intelectual, y por tanto, ineludiblemente sometido al requisito de la coherencia y la rigurosidad. Una práctica docente que persigue la formación de los alumnos y alumnas en una comprensión crítica y cabal de sí mismos y de la realidad en la que se hallan inmersos, de modo que puedan descubrirse en esa realidad como protagonistas activos de los procesos y dinámicas de transformación educativa y social.
Para lograrlo, priorizo en mis asignaturas una actitud problematizadora, sugiriendo principalmente que no se pueden dar visiones y respuestas únicas y lineales a los temas que abordamos. Y, sobre todo, se intenta que el alumnado comprenda que esta tarea no es fácil. En ese sentido, y para dar término a la exposición, remito a las palabras del escritor Muñoz Molina que hago extensivas a la enseñanza de la Sociología:

“Cunde desde hace ya demasiados años la superstición irresponsable de que el empeño, la tenacidad, la disciplina, la memoria, no sirven para nada, y de que cualquiera puede hacer cualquier cosa a su antojo. Eso que llaman lo lúdico se ha convertido en una categoría sagrada: del aula como lugar de suplicio que aún llegamos a conocer los de mi edad, se ha pasado a la idea del aula como permanente guardería, lo cual es una actitud igual de estéril, aunque mucho más engañosa, porque tiene la etiqueta de la renovación pedagógica. Un síntoma de esa tendencia a la pereza y a la falta absoluta de rigor es una mediocre película que estuvo de moda hace unos años, y que ganó todos los oscars posibles. Me refiero a Amadeus, de Milos Forman. En ella se nos presenta a Mozart como un joven cretino al que el genio le ha sido conferido por una especie de capricho de Dios. Salieri, que es estudioso, perseverante, concienzudo, resulta ser un fracasado. Mozart, un idiota que no para de reír y de emborracharse y que lleva la peluca torcida se sienta de pronto al clave y compone una música milagrosa. El genio, según esta película, y según la creencia que parece imponerse ahora, no requiere trabajo ni disciplina, sino nada más que espontaneidad, juventud y descaro. Pero todos sabemos, aunque de vez en cuando se nos olvide, que las cosas que más instintivamente llevamos a cabo, las que nos parece que nos salen sin esfuerzo, han requerido un aprendizaje muy lento y muy difícil, y que la lentitud y la dificultad nos han templado mientras aprendíamos. Hablamos con naturalidad nuestro idioma, y se nos olvida los años que nos costó aprenderlo. Caminamos sin dificultad y sin ser conscientes de nuestros pasos, pero hizo falta que nos cayéramos muchas veces y que venciéramos el miedo y el vértigo para que pudiéramos andar erguidos por primera vez. (…)
…Ya decía Lezama Lima que sólo lo difícil es estimulante. Ya sé que todo esto que digo suena a herejía en estos tiempos, y que todo aquel que, en el oficio de los profesores o en el de los escritores, defienda tales convicciones, corre un serio peligro de ser calificado de extravagante, incluso de reaccionario. Pero también sé que frente a la mansedumbre, a la vulgaridad y a la irracionalidad en que quieren ahogarnos, la imaginación, la libertad y el pensamiento son las armas más nobles de las que disponemos, y que tampoco pasa nada por predicar en el desierto.”

http://cid-04373121402bd195.skydrive.live.com/self.aspx/programas%20docentes/docencia.pdf

No hay comentarios: